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Usaban una tarjeta de débito robada y fueron condenados

Una mujer villamariense, que actualmente tiene 34 años y es madre de seis hijos (de 3 a 14 años), fue condenada a un año de prisión, aunque por ello, la pena no será de cumplimiento efectivo.

Al mismo tiempo, durante la audiencia realizada ayer en los Tribunales de Villa María, la pareja de la mujer, un hombre de 45 años, fue sentenciado a cuatro años y seis meses de prisión, en este caso de cumplimiento efectivo, al ser hallado “partícipe primario” de los delitos contra la propiedad (una cuenta bancaria) perteneciente a una vecina residente en Villa Nueva.

Los condenados

La resolución de la Cámara del Crimen, que en este caso fue presidida por la jueza Edith Lezama de Pereyra, aplicó las penas mencionadas a Genoveba Leandra Fernández y a Orlando Daniel Sánchez, quien a su vez es progenitor de, al menos, 12 hijos.

Así, mientras Fernández fue condenada por la autoría de los delitos de “estafa mediante uso de tarjeta de débito-crédito” y de “estafa mediante uso de tarjeta de débito-crédito, en grado de tentativa”; su pareja (Sánchez), apodado “Santafesino” (provincia en la que nació) fue sentenciado por la “participación primaria” en los mismos episodios delictivos que perpetraron con Fernández.

Los hechos delictuosos

De acuerdo a lo expuesto durante la audiencia de la víspera, donde actuó como fiscal Francisco Márquez, los integrantes de la pareja, ambos residentes en barrio Felipe Botta, se hicieron de una tarjeta de débito perteneciente a Susana Andrea Abatedaga y, tras conocer la clave (que la damnificada guardaba en un papel), el 20 de enero de 2020 empezaron el derrotero por los cajeros de las sucursales del Banco de la Provincia de Córdoba, para hacerse miles de pesos.

Así fue que ese día se dirigieron en una moto Zanella, de color negro, hasta la sala donde están instalados los cajeros en la sucursal del Banco Córdoba, situado en la Estación Terminal de Ómnibus, donde concretaron la primera de las estafas.

Con la misma tarjeta ingresaron a una de las cuentas (Caja de Ahorro o Cuenta Corriente) y extrajeron $1.000; poco después, con el mismo plástico, lograron acceder a otra cuenta de la mujer damnificada y se apoderaron, primero, de $5.000, y minutos después, de otros $2.000.

Mientras la mujer (defendida en este juicio por el abogado Daniel Volpe) operaba en los cajeros (todo lo cual quedó registrado en las cámaras de seguridad), Sánchez permaneció oficiando de “campana” junto a la moto en un estacionamiento cercano, mientras Fernández ya había logrado sacar un total de $8.000.

Pero el raid delictivo no se detuvo, sino que, por el contrario, ambos se subieron a la moto y se desplazaron hasta la sucursal del Banco Córdoba, situada en la cuadra del 1200 de calle Santa Fe, y otra vez, mientras él se quedó afuera junto a la moto “campaneando” el lugar y las acciones, la mujer ingresó e intentó en dos ocasiones obtener fondos que, esta vez, no lograron, porque en las pantallas de los expendedores de dinero, apareció el mensaje: “Se ha llegado al límite diario de extracción”.

 

Fuente: El Diario

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