El martes último se llevó a cabo el juicio contra Pablo “Pato” Ezequiel Zabala, un albañil villamariens de 32 años, quien fue condenado a ochos años de prisión por un gravísimo hecho de abuso sexual.
El juicio fue de carácter abreviado porque el hombre en cuestión confesó lo ocurrido.
El hecho ocurrió en el años 2016, cuando la víctima, quien por entonces tenía 12 años, iba caminando hacia la escuela. En ese trayecto, fue interceptada por un hombre que la redujo y la obligó a ingresar a una casa del barrio San Martín, donde, delante de otras personas, la violó.
La menor trató de borrar de ese episodio, pero no lo logró. A raíz de una afección psicológica, había intentado suicidarse, loa profesional que la asistía logró que pudiera contar el horror vivido y que, en consecuencia, lo denunciara.
Así lo hizo y cuando se abrió la causa judicial, pudo reconocer a su abusador, que tiene una seña particular (una cicatriz en la cara) difícil de olvidar para quien vivió esa pesadilla.
Fuente: El Diario