Especial para Fm Top
Nota: Emilia Chiaramello
Fotos: Juan José Coronell
El pasado viernes 2 de septiembre, Litto Nebbia se presentó en Córdoba para celebrar los 40 años de “Sólo se trata de vivir”, una de sus obras claves, en el marco de otros festejos importantes. A continuación, la nota del show del “padre del rock nacional”.
¿Se puede ser parte de un triple festejo? ¿Y encima que ese festejo sea simbólico e histórico por triplicado? La respuesta es sí. Y las razones fueron las que llevaron a más de doscientas personas a celebrar uno de los discos más importantes en la carrera de Litto Nebbia, pero también los sesenta y cinco años de Radio Nacional Córdoba y además los veinte años de uno de sus programas más queridos e importantes: Mama Rock.
Esa era la invitación, esa era la excusa para juntarse en Santa Rosa al 201, en el Centro Cultural Kirchner, con vinilos que retrataban el paso del tiempo y de la música pero con el mismo protagonista: uno de los fundadores de nuestro rock.
Música para el espíritu
“Estoy contento de tocar en Córdoba y con esta banda que es con la que tocamos en el Lollapalooza” dijo al sentarse frente al piano un Nebbia que con su atuendo anticipaba la primavera. Y automáticamente reflexionó para tratar de “disfrutar de la música en un día de locura como hoy… Esta porquería absurda que nos divide, nos violenta, como si fuéramos distintos. No tiene explicación racional. No hay que bajar la guardia espiritualmente. No lo digo desde ningún partidismo, si no desde el ser humano”. Es que hasta último momento del jueves no sabía si se podría presentar, ya que el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner tuvo en vilo a los organizadores quienes decidieron no realizar la actividad previa al concierto. Es que el cantautor rorarino iba a participar de una entrevista abierta que le iban a realizar los conductores de Mama Rock, ya que el ex “Los Gatos” es uno de los padres artísticos del programa. Luego de eso, sí, comenzó el concierto tan esperado.
Nebbia no estuvo solo, lo acompañaron varios fans de varias generaciones, atravesadas por sus letras y melodías, y por un grupo de notables músicos: Ariel Sanzo (Minimal), Leopoldo Deza, Nicolás y Tomás Corley Calleja, o también conocidos como “Los Reyes del Falsete”. Con ellos se presentó en el Lollapalooza 2022, pero también se nota que en cada presentación (se) hacen un festival.
La intro meramente musical, fue un presagio de lo que vendría después: Músicos de excelente nivel, comandados por un Litto brillante (que tiene esa condición desde hace más de 50 años). Así sonó “02 de agosto”, para cumplir con una premisa en todos los shows de Felix Francisco, que es que más allá de sus tremendos éxitos siempre quiere mostrar sus nuevas obras. Pero nunca algo tan, tan reciente, de tan sólo un mes de existencia…
Necesito mi alma para cantar esta melodía
La primera canción fue una de las que formó parte del disco que es la excusa para la gira que lo llevará por todo el país. “La noche es su compañera/ Tanto que lo va a esperar” sonó en El Bohemio, y puede ser una descripción de aquel disco hecho en el exilio del autor en México.
Desde allí fue un viaje por discos y canciones que fueron previamente presentadas y automáticamente aplaudidas como Cadenas y monedas, Nueva zamba para mi tierra, Viento, dile a la lluvia, El Rey lloró/Ayer nomás, y algunas que otras “cositas psicodélicas”, cuando todos se ponían a zapar con una facilidad tan hermosa como envidiable.
Nadie es tan importante como uno cree, “un himno que nació en el ‘78” mezclando la melodía de Oh, que será, para que lo hermoso fuese un poquito más hermoso, fue el segundo tema del disco que nació hace cuatro décadas.
Para tratar de entender quién es Litto Nebbia, hay que presenciarlo a él. Es decir: dejarse llevar por donde él quiera que vaya el concierto, entre hojas que se mezclan, canciones que no están en un listado impreso, códigos de miradas con sus músicos para no errarle a los tempos, unos lentes de sol distintivos para esconderse en ellos y dejar que brille su obra o para que no lo enceguezca la misma… O también escuchar con mucha admiración “una canción tan vieja como esta, imaginen que la escribí a mis dieciséis años” cuando sonó Lo olvidarás, cantándola a sus 74 años como si fuese aquel pibe adolescente.
Tuvo su momento “acústico” o “no electrónico” Canción para los inocentes, Memento Mori (Recuerda Que Debes Morir) y una canción que hizo en 1970 y que encontró hace poco, traspapelada como Nunca Encontraré Una Casa Como La Que Hay En Mí. Que también le da el nombre a su último disco y un tema donde le agradecemos que “necesite su alma para cantar esta melodía” …
Partir hacia la locura
Hablábamos de la banda que lo acompañó. Perdón, quise decir bandón. Desde Leopoldo Deza, que en vientos ayudó a que muchos se eleven, como en Niñez en Tucson, canción que hicieron Litto y Leopoldo solos; Nicolás y Tomás Corley Calleja, que se nota que disfrutan a cada nota al lado de una eminencia y Ariel Sanzo (Minimal), quien lo secunda en voces en varios temas a Nebbia, y primerea en todo momento con la guitarra. No es poca cosa que el líder de Pez, sea uno de los miembros. No es poca cosa que los miembros toquen de la forma en que lo hacen.
En el concierto que duró casi dos horas, el ex “Los Gatos” se despachó también con
No importa la razón, en versión “bolero más calmado”, Cuando yo me transforme, Fuera de la Ley, Dale, Balada del hombre solo, Madre escúchame, Yo no permito y hasta hizo e hicieron una hermosísima versión de Zamba del Laurel, una de las canciones más hermosas del repertorio de raíz, que cuando hay una mano para entrelazar cerca, se vuelve más y más hermosa.
Para el final, “los himnos Nebbieros” se hicieron presentes. Quien quiera oír que oiga, esa canción hermosísima que la canta maravillosamente Silvina Garré, Armonía es lo que necesito y Sólo se trata de vivir, hicieron que el viaje musical para fortalecer el corazón empezara a llegar a buen puerto. Un viaje de sensaciones, de emociones, de historias y de músicas que terminó como debía terminar: con La Balsa.
Entre el público alguien le había pedido que hiciera Mama Rock, pero no lo cantó. No hacía falta, eso se puede escuchar todas las tardes cuando tenemos la idea de irnos al lugar que más queremos, cuando naufragamos hasta toparnos con Lucas Jose Fernández, German Hidalgo y Lucio Carnicer, en esa sintonía que muchas noches nos hace ser Vagabundos de las Estrellas. Y que gracias a Litto, en ese auditorio, nos recordó “sólo se trata de vivir”, pero que -gracias a él- “sólo algunos irán volando entre las nubes”.
