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Buscan declarar santo a militar secuestrado por el ERP en Villa María

Un coronel del Ejército argentino que fue asesinado en la década de 1970 por integrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) podría iniciar su causa de canonización (declaración de santo) por la Iglesia católica, luego de que un grupo de civiles y militares retirados impulsen el caso ante Roma.

Se trata de Argentino del Valle Larrabure, quien fue secuestrado en 1974 por elementos del grupo subversivo y permaneció en cautiverio durante más de un año en condiciones deplorables y luego fue asesinado, todo durante un gobierno constitucional, según detalló TN.

“Larrabure no se llenó nunca de odio, ni llamó al enfrentamiento, fue un hombre de paz y de perdón”, declaró el obispo castrense, Santiago Olivera, quien comenzó a recibir como diocesano competente, la documentación que fundamentará el pedido que elevará al Vaticano

Quienes promueven el proceso de santificación aseguran que el militar asesinado llevó adelante su secuestro, cautiverio, tortura y muerte con heroicidad cristiana, situación que queda plasmada en una serie de cartas que escribió desde el lugar donde lo tenían privado de la libertad y que el ERP le posibilitó hacérselas llegar a su familia.

Larrabure era oriundo de Tucumán. Nació en 1932, estaba casado y tenía tres hijos. Al momento de su secuestro tenía 43 años y ocupaba el cargo de subdirector de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María, Córdoba. Es fue el motivo por el cual los elementos del ERP lo eligieron como objetivo y luego lo torturaron: querían información para fabricar productos que luego utilizarían en sus acciones.

El militar fue encerrado en una celda ubicada en la calle Garay 3254, en el barrio Bella Vista, en Rosario, donde pasó los 372 días que duró su secuestro. Era un cuarto subterráneo de un metro de ancho por dos de largo, sin ventanas, con luz artificial permanente y con un inodoro de plástico. En agosto de 1975 fue encontrado su cadáver en una zanja, envuelto en una sábana y una frazada. Pesaba poco más de 40 kilos.

Siempre se negó a revelar las fórmulas que tenía en su cabeza argumentando que iba a poner en riesgo vidas y “la vida es sagrada y está en manos de Dios”. Un compañero temporario de cautiverio reveló que rezaba todos los días.

Las causas de canonización requieren un minucioso estudio de la vida de candidato, que incluye documentos y testimonios. El proceso puede durar décadas. Si se comprueba que fue un católico ejemplar, hace falta que Dios obre un milagro por su intercesión -en general, una curación científicamente inexplicable- para que sea declarado beato.

Si se le comprueba un segundo milagro, es proclamado santo. Pero existe otra vía que prescinde de los milagros: el martirio. Este sería el caso.

Si la causa prospera, la Iglesia sumaría un mártir, víctima del terrorismo, a otros cuatro ya reconocidos, víctimas de la represión: el obispo de La Rioja, Enrique Angelelli; los sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longueville; y el laico Wenceslao Pedernera. Monseñor Olivera cree que la canonización de Larrabure “puede hacernos mucho bien y servir al encuentro entre los argentinos”.

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