Para siempre, para lo que fue y será… Esta parte de la canción de Fito Páez, podría ser el resumen de la tercera jornada del Festival Internacional de Peñas. Villa María tuvo su noche de músicas que nos han atravesado, esos amores que nos han cambiado para siempre en una velada localista, inclusiva, con pogo y muy sensual.
Hablando a tu corazón
Jonatan Bisotto, ganador en la Peña de la agrupación folklórica se encargó de abrir la tarde noche del domingo, cuando el colorido de las butacas se dejaba ver y volviendo a las bases; lo continuaron ¾ vocal, con su folklore tan necesario e inclusivo, para que volver a las bases sea comenzar un nuevo camino, con “todas las voces, todas”.
La noche ya pintaba para bien, pero no sabíamos que iba a superar ese concepto. Ni que iba a suceder desde la apertura misma, porque “abrir la noche es diferente y tiene una entidad enorme” dijo Miguel Borsatto al presentar a la Orquesta Sinfónica de Villa María que iba a homenajear a Charly García con el espectáculo “Charly Sinfónico”. “Se instala la exquisitez de una orquesta con 70 músicos” dijo el Maestro de Ceremonias y fue así. La palabra que define lo que pasó con la Orquesta es exquisitez. Porque fuimos testigos de un compromiso, una seriedad, entrega, respeto por la obra de García como pocas veces se vio y se escuchó.
Bajo la dirección del maestro Luis Nani y en la voz de Mauro Toro, sonaron clásicos como No se va a llamar mi amor, Yendo de la cama al living, Fanky, Los Dinosaurios, Cerca de la revolución, Rezo por vos, para cerrar con una brillante versión de Inconsciente colectivo. La gente de pie, un aplauso largo y mantenido fue el cierre de semejante número. Porque la hermosura fue tanta que no podía ser descripta: Say No More.
Yo soy torazo en mi rodeo
Hubo que esperar para ver la apertura de baile. El hecho de la logística de la Orquesta, hizo que llevara un tiempo poder ver a la Academia Passion. En ese intervalo cantaron Sol Giordano y Lucas Gómez con la Orquesta Estable, para que la gente y el país conozcan más artistas locales. Volviendo al baile, no hubo problemas con la demora, porque lo bueno se hace esperar. Pero esto fue más que eso, fue buenísimo.
“Igualdad y diversidad” fue el lema de la puesta en la tercera noche, con Daddy Yankee sonando de fondo y con los bailarines y drag queens como Nina Reina, Shimmy, Agus y Brunella, haciendo del Hernán Figueroa Reyes una fiesta de integración, con el respeto como bandera y casi como un “un disparo de onda” , antes de que Rayos se convirtieran en “el láser amigo que te saca lo mejor…”
El trío de pop/rock formado por Tomás Ferrero, César Seppey y Gustavo Rodríguez se mostró “flasheado” por volver a semejante escenario desde donde lograron el mismo efecto en la gente con canciones como La pelea, Nada de mí, Se borró, Ya me hiciste mal y con el cierre con un coro de niños local para replicar La distancia. Para estar más cerca que nunca, ellos que llevan el nombre de la ciudad por el mundo.
Quiero saber qué me pasa
Ale Sergi y Juliana Gattas son un dúo tan querido como valorado. Eso se demuestra en cada show y en la conferencia de prensa previa a su actuación, donde el cantante explicó porque tanto cariño: “Vencimos a todos, inclusive a quienes nos criticaban hace 20 años, que ahora les debe dar un poco de culpa, por eso nos quieren”. No sabremos si es así, pero lo que sí sabemos es que el público los ama y en gran parte por lo que transmiten en vivo, más allá de ser banda sonora de nuestras vidas.
Las canciones fueron cambiando como las ropas del vestuario de Miranda!, pasando por todos los momentos y climas con canciones como Prisionero, El disco de tu corazón, Mentía, Fantasmas, Ya lo sabía, Yo te diré (sin Lali con quien grabaron ese tema nuevamente) y con Dillom en las pantallas para Dos.
El delirio colectivo llegó con Don, esa especie de himno de principios del 2000 que no pasa de moda y se renueva. Que dejó a todos con una sonrisa de oreja a oreja, tanta que era la respuesta a si alguien se preguntaba “Quiero saber qué me pasa”, para responderse “Ah, es que acabo de ver a Miranda!”.
Soy lo que ves…
Es increíble como una simple frase puede guardar tantos significados. No solo para una artista, sino para su gente. Como Agustín, quien esperó a Lali muchas horas en el aeropuerto, para que cuando llegara le firmara su brazo y se lo fuera a tatuar. Así, una especie de tatuaje en movimiento para su gente es la artista, y lo confirma en cada presentación como la del Festival que fue ardiente, explosiva, divertida, igualitaria y muy sensual.
Luego de siete años Lali volvió a Villa María para que la Disciplina fuera obligatoria, pero para bailar, dejarse llevar, cantar a viva voz cada canción de Mariana Espósito y pedir que no frenara a alguien que no frenó ni un segundo, salvo obligada por un desperfecto en su micrófono.
Un cuerpo de bailarines encendidos como ella, que fue un fuego; canciones como Asesina, Diva, Eclipse, Amor de verdad, Soy le dieron más calor a una noche con más de 30° de sensación térmica; ella que fue “la” sensación del Festival hasta ahora. “Yo nací en la tierra de las almas que sueñan/ Cambiar la realidad para poder volar” cantó en un momento quien entonó las estrofas del Himno Nacional Argentino en la final del Mundial. Y por muchos momentos de la noche, como aquella jornada, ella nos hizo volar…
Qué placer verte otra vez
Pareciera que existe una conexión muy fuerte entre Ciro y Villa María y que en la madrugada del lunes tuvo otra entrega de esta relación. Si bien hacía mucho tiempo que no pisaba estas tierras (la última vez fue con Los Piojos en 2007, antes de su disolución), se comportó como alguien que visita siempre al Festival y a su gente. Y además tuvo uno de esos gestos que siempre se guardarán en lo más profundo: subió a los Veteranos de Villa María, en medio de la canción Héroes de Malvinas. “Gracias Ciro, porque esto es seguir Malvinizando y recordar a los verdaderos héroes que son quienes se quedaron en aquellas tierras”, dijo uno de los Veteranos en el momento cumbre del show que ya había tenido un momento emotivo y festivo al cantar Luz y que en las pantallas aparecieran imágenes de la Scaloneta y de Messi levantando la Copa del Mundo.
Se lo esperó mucho tiempo a Ciro y Los Persas y se notó mucho. Por la alegría de la gente, por el coro de cada canción, por aguantar hasta tarde para verlo y por el placer que significó y porque cuando al cierre sonó Astros, se les pidió que se vuelvan a alinear para volver a vivir otra noche semejante.
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Crónica y fotos: @juanjofotos12