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Fabricio Rodriguez en el Opera: “Esto es fruto del trabajo de 20 años”

Uno nace para cumplir sueños. Sin dudas que Fabricio soñó cada uno de los pasos que fue dando en su carrera y el del viernes fue y será uno de los mas grandes sueños cumplidos.

Todo empezó muy temprano cuando el jueves por la noche salimos con los músicos rumbo a Buenos Aires. Muchos de ellos amigos y conocidos de hace años, que la música y los medios me han dado.

Llegados al Teatro Opera, a metros del obelisco símbolo de la ciudad porteña, comenzó la magia.

Se bajaron los equipos de sonido, el escenario empezó a armarse y todos a trabajar, en lo que iba a ser un momento histórico para la música de Villa Maria y la región: un hijo de nuestra tierra se presentaba con su espectáculo en la calle Corrientes, emblema del teatro y la música en la argentina.

Desayunamos, después almorzamos y antes de prueba general de sonido, se juntaron abajo, en camarines para repasar algunas canciones junto a las coreutas, músicos y Fabricio.

Luego se vino la prueba de sonido de los 26 temas que sonarían a la noche.

Llegó “Luisito” López, sonidista villamariense que acompaña a Abel Pintos desde hace mucho tiempo, a ser parte del equipo en el Opera junto a Fabri.

Llegó Abel y se sentó en la platea viendo como iba la prueba hasta que Fabricio se percata que estaba y dice “¿está Abel? Vení, subí no te había visto”.

Esto marcaba lo que se vería durante toda la tarde y noche: la humildad de los invitados dejando ser la figura a Fabricio, corriéndose ellos del centro de atención.

Probó con Abel sus dos canciones entre bromas y al mismo tiempo con un profesionalismo que marca la frase: Por algo están donde están.

 

 

 

 

 

 

Apareció Lerner que desparramó talento y manejo del escenario como pocos, al lado de Fabricio que tenia una sonrisa tatuada en su cara constantemente junto a quienes estuvo varias veces sobre un escenario, pero esta vez él era el protagonista.

Llegó Manuel Wirtz que, embelesado, veía a Lerner al borde del escenario.

Subió y en 5 minutos (sin exagerar) probó sus dos canciones que iban a hacer a la noche.

El turno era de Javier Calamaro que, con su voz arrabalera y amistad de años con Fabricio, dejaron listo los temas para el show.

El día fue transcurriendo en un clima tan cálido y familiar que ni siquiera daba para hacerle nota a los artistas invitados, amigos de Fabricio, como Alejandro Lerner, Manuel Wirtz, Javier Calamaro que andaba por camarines con su pareja y su bebé como uno mas y Abel que probó sonido y se encerró en su camarín a prepararse para compartir escenario junto a su amigo Fabri.

La tarde siguió con ese clima de armonía y nunca faltó la risa, las bromas, la distensión y esa camaradería que se vive en la previa de cada presentación. Pero el del viernes era especial.

Llegó el momento de prepararse para el gran show. Los músicos Alexis Verde, Lorenzo Soria, El “Chino” Funes, Gonzalo Rodríguez, Tomi Mercó y Matías Zapata ( que además fue unos de los productores del disco ) comenzaron a cambiarse y yo también tenia que estar a la altura y ahí estaba en los camarines del opera junto a ellos preparándome para un hecho histórico.

Subieron los músicos, las coreutas ( Lilian Zarate y Silvin Santana), Luis preparado en el sonido, los iluminadores y ellos…los que pusieron a Fabricio ahí arriba del escenario del Opera: El público.

Se fue poblando hasta quedar colmado de gente que lo sigue a Fabri desde sus comienzos y los que se fueron subiendo en el camino. Los clubs de fans, la familia, los amigos, la gente que lo admira y los que lo vieron esa misma noche por primera vez.

Fabricio salió de su camarín “apurado” por su representante y él, con la humildad de los grandes artistas, se detiene unos segundos para saludar y felicitar a la banda que lo precedió e hizo las veces de soporte.

Sube las escaleras que lo llevan hasta detrás del telón y yo ahí, cerca de él, veo como se detiene esperando el momento de entrar mientras la banda ya estaba tocando. Aparece y todo estalla en gritos y aplausos.

El show fue un despliegue de emociones que subían y bajaban como el ritmo de cada tema, mezclado con el talento y la personalidad de alguien que vió como ese camino de 20 años, llegaba a la cima de su carrera en plena calle Corrientes.

Llegaron los invitados: Abel, Lerner, Javi como le dice a Calamaro, Wirtz y los bailarines que le pusieron color a las canciones. Y llegó el fin de fiesta con Lluvia, una hermosa canción para un cierre memorable.

La entrada de Abel: Explotó el opera

Ya no será lo mismo. Ahora el camino seguirá siendo de música, pero con otro color, el que le dá ese tinte de haber llegado a dar su primer show, en uno de los emblemáticos teatros de capital. Al frente, en el Rex, cantaba Jorge Drexler. Fabricio y Drexler en la misma noche a la misma hora y Fabri llenó el Opera…creemos que el uruguayo también.

 

Miguel Bazan

Director Fm Top

 

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