A casi dos años del inicio de la pandemia, este inminente comienzo de clases asoma distinto al de 2021. El avance en la campaña de vacunación contribuyó a mitigar la incertidumbre sanitaria que predominó en los dos años anteriores y los gobiernos han anunciado que las clases serán presenciales.
Sin los zapatos ni las zapatillas, el costo de vestir a un estudiante para el verano y el invierno está entre 15 mil pesos y 20 mil pesos, aproximadamente.
Una campera de algodón frizado está en 3.900 pesos; un pantalón de vestir, en 3.700 pesos, y uno de jogging en torno de los 2.700. Una remera para educación física, cuesta unos 1.500 pesos; las camisas, alrededor de 2.600 pesos; las polleras, 3.000, mientras que por un jumper escocés se paga alrededor de 6.600 pesos.
Un pullover está a 2.530 pesos y un cardigan, a 2.750. En tanto, un par de medias se consigue por 420 pesos, el mismo precio por el que se debe pagar una corbata escolar sencilla.
Un adecuado barbijo de tela, elemento clave para esta nueva etapa, está en 260 pesos.